Columna Salomònica

Historia

No fue un elemento de construcción empleado en la época antigua pero su nombre procede de la denominación dada por los arquitectos barrocos, a partir de la descripción que se hace en la Biblia de las columnas del gran templo del rey Salomón en Jerusalén, destruido en el año 586 antes de Cristo. Se dice que este templo tenía dos columnas principales flanqueando el vestíbulo, con fuste retorcido, cuyos nombres eran Boaz y Jachin, que simbolizaban respectivamente la fuerza y la estabilidad.

Este peculiar tipo de fuste puede haber evolucionado desde el estilo manifestado en la Columna de Trajano de la Roma antigua, erigida como homenaje al Emperador del mismo nombre, la antigua columna tiene el fuste decorado con una banda única continua, en forma de espiral. Esta banda tiene una serie de imágenes que representan el poder militar de Trajano en la batalla. Estas columnas también parecen haber tenido uso en la arquitectura y decoración bizantina.

Su difusión en el periodo barroco se debió a los dibujos de Rafael para los tapices de los Hechos de los Apóstoles, que a su vez dieron lugar al soporte del baldaquino de San Pedro de Roma realizado en 1624 por Bernini.


Descripción

Una columna salomónica comienza en una basa y termina en un capitel, como la columna clásica, pero el fuste tiene un desarrollo retorcido de forma helicoidal que da comunmente seis vueltas y que produce un efecto de movimiento, fuerza y dramatismo. La introducción de la columna salomónica en el barroco manifiesta la condición de arte en movimiento. En muchas ocasiones se encuentra el fuste cubierto con decoración vegetal a base de hojas de parra. Los capiteles pueden ser de diversos órdenes, predominando el compuesto y el corintio. Es corriente que su uso sea más como una columna ornamental, que tectónica, por lo que es muy habitual que aparezca en retablos o adosada junto con otros adornos.